El Misterio de “San Malaquias” y el último Papa

La conexión entre “Pedro el Romano” y el Papa Francisco surge de una antigua profecía conocida como la Profecía de San Malaquías, la cual ha sido objeto de debate, especulación y controversia a lo largo de los siglos. Para entender mejor esta relación, es necesario explorar tanto la historia de la profecía como el contexto actual del papado de Francisco.

La Profecía de San Malaquías

La Profecía de San Malaquías es un documento que supuestamente fue escrito por San Malaquías, un arzobispo irlandés del siglo XII. Se dice que durante una visita a Roma en 1139, Malaquías tuvo una visión en la que se le revelaron los lemas proféticos que describirían a cada uno de los papas que gobernarían la Iglesia Católica hasta el fin de los tiempos. Según la leyenda, esta lista fue entregada al Papa Inocencio II y luego depositada en los archivos del Vaticano, donde permaneció en el olvido hasta que fue publicada por primera vez en 1595 por el monje benedictino Arnold de Wyon en su libro “Lignum Vitae.”

La profecía consiste en 112 breves lemas en latín, cada uno supuestamente correspondiente a un papa, comenzando con Celestino II (1143-1144). La lista se extiende hasta el papa número 112, conocido como “Pedro el Romano”, quien, según la profecía, sería el último papa antes del fin del mundo.

El lema correspondiente al papa 112 es el siguiente:

“In persecutione extrema S.R.E. sedebit Petrus Romanus, qui pascet oves in multis tribulationibus: quibus transactis, civitas septicollis diruetur, & Judex tremendus judicabit populum suum. Finis.”

En español:
“En la última persecución de la Santa Iglesia Romana, reinará Pedro el Romano, quien apacentará sus ovejas entre muchas tribulaciones; después de lo cual, la ciudad de las siete colinas será destruida, y el juez terrible juzgará a su pueblo. Fin.”

Interpretaciones y Controversias

La Profecía de San Malaquías ha sido objeto de numerosas interpretaciones y especulaciones. Los defensores de la profecía argumentan que muchos de los lemas anteriores parecen coincidir de manera asombrosa con los papas que han ocupado el trono de San Pedro. Por ejemplo, el lema correspondiente al Papa Juan Pablo II, “De labore solis” (“Del trabajo del sol”), ha sido interpretado como una referencia a los eclipses solares que ocurrieron durante su nacimiento y su funeral.

Sin embargo, muchos historiadores y teólogos consideran que la profecía es una falsificación del siglo XVI, probablemente creada para influir en el cónclave de 1590. Argumentan que los lemas hasta el Papa Urbano VII (1590) son mucho más precisos que los posteriores, lo que sugiere que fueron escritos retrospectivamente para coincidir con los papas anteriores.

No existe evidencia histórica confiable de que San Malaquías haya escrito la profecía. La autenticidad del documento ha sido cuestionada debido a su aparición tardía y la falta de menciones anteriores al siglo XVI. Además, muchos de los lemas son tan vagos que pueden interpretarse de múltiples maneras, facilitando que se ajusten a los papas a posteriori.

Pedro el Romano y el Fin de los Tiempos

Según la profecía, “Pedro el Romano” sería el último papa antes del fin del mundo. Este papa enfrentaría grandes tribulaciones y su papado marcaría un período de persecución extrema para la Iglesia. La referencia a la “ciudad de las siete colinas” destruida se interpreta generalmente como Roma, la sede de la Iglesia Católica.

El nombre “Pedro el Romano” sugiere una conexión simbólica con San Pedro, el primer obispo de Roma y, según la tradición católica, el primer papa. Algunos interpretan que este último papa tendría un carácter de restaurador o protector de la Iglesia en tiempos de crisis, mientras que otros lo ven como una figura que presidirá la caída final de la Iglesia.

El Papado de Francisco

El Papa Francisco, nacido como Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, Argentina, fue elegido papa el 13 de marzo de 2013, tras la renuncia del Papa Benedicto XVI. Francisco es el primer papa jesuita, el primero de origen americano y el primer pontífice en adoptar el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, conocido por su humildad y su dedicación a los pobres.

El lema de la profecía que precede a “Pedro el Romano” es “Gloria olivae” (“La gloria del olivo”), que muchos asocian con el Papa Benedicto XVI debido a la conexión simbólica entre los olivos y la orden benedictina. Tras la elección de Francisco, algunos han tratado de relacionarlo con “Pedro el Romano” debido a su conexión con Roma (todos los papas residen en Roma) y a su enfoque pastoral hacia los pobres y marginados, lo que podría interpretarse como un pastoreo en tiempos de tribulación.

Especulaciones sobre el Papa Francisco como “Pedro el Romano”

Algunos intérpretes de la profecía han especulado que Francisco podría ser “Pedro el Romano”, pero no tiene ninguna conexión directa con el nombre “Pedro” ni con Roma en su linaje o nombre de nacimiento. Su enfoque en la reforma de la Iglesia, el diálogo interreligioso y la justicia social ha sido visto más como un esfuerzo para revitalizar la Iglesia que como una señal de su inminente caída.

Otra interpretación es que “Pedro el Romano” podría no referirse necesariamente a Francisco, sino a un futuro papa que podría sucederle. Esta línea de pensamiento sugiere que la profecía aún no se ha cumplido y que el papado de Francisco podría ser un preludio de eventos futuros.

El Impacto de la Profecía en la Actualidad

A pesar de la controversia sobre su autenticidad, la Profecía de San Malaquías sigue siendo una fuente de interés para aquellos fascinados por las profecías apocalípticas y el futuro de la Iglesia Católica. Sin embargo, la Iglesia Católica no reconoce oficialmente la profecía como auténtica ni le da importancia doctrinal.

El Papa Francisco ha abordado su papado con un enfoque en la misericordia, la humildad y el servicio a los más necesitados, temas que resuenan con las enseñanzas de San Francisco de Asís. Ha llevado a cabo reformas significativas en la Curia romana y ha promovido una mayor transparencia y responsabilidad dentro de la Iglesia.

Conclusión

En resumen, “Pedro el Romano” es una figura vinculada a la controvertida Profecía de San Malaquías, que predice la llegada de un último papa antes del fin del mundo. Aunque algunos han especulado que el Papa Francisco podría estar relacionado con esta figura, no hay evidencia concreta ni oficial que apoye esta idea. La profecía sigue siendo un tema de debate y especulación, pero es vista por la mayoría de los expertos como una obra apócrifa y no como una guía auténtica del futuro de la Iglesia Católica. El Papa Francisco, por su parte, continúa su misión pastoral con un enfoque en la renovación espiritual y moral de la Iglesia, sin prestar atención a tales profecías.

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